Bajo el pasto mirar se encuentran petalos dispersos que en conjunto reunen un sólo cuerpo perdido y aletargado por creer volar en un paisaje divino.
En la ingenuidad costera se respiran las ilusiones impulsivas que sólo pintan memorias inconclusas, pinceladas del mañana no soy y soy que construyen un alma nueva.
Sobre la noche danzo entre lagrimas para confrontar la marea de la realidad y renacer en el crepúsculo de mi ser
lunes, 19 de julio de 2010
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